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Recordando lo analizado en la anterior publicación… que las personas mujeres y varones, por el solo hecho de ser personas merecen respeto a su integridad… y agregamos ahora a su integridad personal, sea esta sexual, psicológica, económica etc., sin que tenga mediar ninguna actitud, característica o historia de vida para que se vea garantizada su integridad.
Ya habíamos visto que en Paraguay, no contamos aún con un registro sistematizado de los casos de violencia hacia mujeres. Y que sobre todo existe el sub-registro o la cifra negra del delito que son las conductas de delito que no son registradas oficialmente y tampoco son consideradas en las estadísticas sin embargo las autoridades consideran que si han sido cometidos.
El observatorio Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana con datos del Departamento de Estadísticas de la Policía Nacional* presenta un informe pormenorizado del periodo 2010 al 2015, donde muestra datos de víctimas de coacción sexual reflejando que de un total de 3.168 víctimas, el 89.7% fueron mujeres.
Si miramos los datos del Ministerio de la Mujer** para el periodo 2012 a junio de 2016 el Servicio de Atención a la Mujer SEDAMUR, instancia que ofrece servicio de contención, acompañamiento psicológico y orientación legal a mujeres, ha brindado 8.426 casos de mujeres víctimas de algún tipo de violencia, representando el 25% casos de violencia física, es decir 2.137 casos y los demás se dividen en violencia sexual, violencia económica, violencia psicológica y otros tipos de violencia, predominando entre estas con un 34%, 2.850 casos la violencia económica
Sentamos nuestras apuestas a favor de la aprobación de una Ley que ayude a proteger a las mujeres contra todo tipo de violencia. Y sobre todo apostamos a que las estadísticas reviertan sus números con educación, erradicando el machismo reinante, considerando que es una cuestión puramente cultural donde el poder del hombre sobre la mujer y el implícito derecho ganado a ejercer ese poder tiene sus fundamentos históricos en nuestro país, de épocas donde la población masculina ha sido diezmada. Sin embargo actualmente en paridad de condiciones demográficas, y demás características que entran al comparativo cuando se habla de mujeres / hombres como capacidad de negociación, de liderazgo, de emprender proyectos y la responsabilidad.
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Es doloroso ver como el sistema judicial expone y re-victimiza más a las mujeres, conociendo casos donde hoy en día la mujer víctima debe ser quien atraviesa el duro proceso de decidir enfrentar un proceso judicial, con todos los riesgos que ya conlleva animarse a dejar de someterse a su agresor quien por varios motivos ejerce su poder por sobre ella, sean estos motivados por cuestiones económicas, hijos, psicológicas o mismo físicas y exponerlo a la justicia, a la que por ejemplo ante medidas restrictivas se han oído casos en la que la misma víctima debe ser quien notifique al agresor volviendo a vulnerabilizarla. Pero si encima el caso involucra a algún hombre conocido, no faltan las críticas u opiniones de terceros que sentencian “seguro hace motivada con sacarle dinero o perjudicarle ahora que le va bien”.
Y lo que diariamente sufrimos las mujeres de cualquier peso, estatura, apariencia al salir por las calles donde no faltan los acosos confundidos con “piropos” tornándose la salida en un momento de incertidumbre, miedo, donde no sabemos si llegaremos sanas, íntegras a nuestros destinos, donde debemos cuidar nuestras vestimentas porque si llegase a ocurrirnos algo lo primero que se pregunta es la gente ¿a qué hora iba?, ¿iba sola?, ¿cómo iba vestida? Y no simplemente por qué el agresor decidió que tenía derecho por sobre esa mujer.
Aguardamos el Tratamiento del Proyecto de Ley en el Senado, que probablemente se de este mes de noviembre próximo, recordando que pasó el Proyecto de Ley de Diputados con modificaciones sobre el Proyecto original.
* Información proveída por el Ministerio del Interior a través del Portal Información Pública Paraguay. ID 1743.
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