El trabajo recoge una experiencia educativa que demuestra que cuando un niño o niña indígena recibe una educación inicial acorde a su cultura y contexto, aumenta su autoestima, participa, puede aprender otros idiomas, mejora su rendimiento académico y disminuye la posibilidad de repitencia o deserción escolar. Una buena experiencia educativa durante los primeros años de vida abre un mundo de oportunidades para la niñez.
Cuando un niño o niña indígena aprende a expresarse en su idioma, a leer y escribir en su lengua materna, disminuye la copia y comienza a redactar creativamente, a investigar sobre su propia cultura y realidades emergentes de su contexto, resalta el trabajo. Otro aspecto que remarca la publicación es el desarrollo de nuevas competencias pedagógicas entre los docentes a partir de la capacitación, combinando el conocimiento occidental con la sabiduría indígena.
La experiencia se focalizó en el proceso de lectoescritura y expresión de los niños y niñas en su lengua materna, y se desarrolló en tres instituciones educativas de comunidades indígenas: Cerro Poty (Lambaré), Asociación de Parcialidades Indígenas - API (Luque) y Corumba Cue del Pueblo Maka (Mariano Roque Alonso).
El trabajo se implementó con especialistas del Centro de Aprendizaje Integral “Buscando la vida”, partiendo del diálogo con las comunidades indígenas y sus autoridades, articulando esfuerzos con el MEC, para finalmente implementar la capacitación y acompañamiento de los docentes en las aulas de dichas escuelas.
Hace 10 años, Unicef Paraguay viene acompañando con diversas acciones a los pueblos indígenas y al MEC, desde la creación de la Dirección General de Educación Escolar Indígena (DGEEI), para que los niños, niñas y adolescentes indígenas sean visibles, que sus culturas sean respetadas y sus derechos garantizados.
Unicef cree que es posible ofrecer a los niños y niñas indígenas una educación de calidad y con respeto a sus culturas, y de esta manera lograr una mayor equidad y que los niños, niñas y adolescentes indígenas ejerzan plenamente sus derechos.
En Paraguay, más de 50.000 niños y niñas indígenas luchan con sus familias y pueblos por su sobrevivencia, y 5000 de ellos crecen en zonas urbanas, en condiciones extremas. Un camino ineludible para superar esta situación es brindarles el acceso a una educación de calidad, con pertinencia cultural y lingüística.
Para acceder al video que resume la experiencia, haga clic aquí.
Puede leer el libro en versión electrónica haciendo clic aquí.
Enviado a la Agencia SC Noticias por:
Comunicación Unicef Paraguay