La justicia social es un principio fundamental para la convivencia pacífica y próspera, dentro y entre las naciones. Defendemos los principios de justicia social cuando promovemos la igualdad de género o los derechos de los pueblos indígenas y de los migrantes. Promovemos la justicia social cuando eliminamos las barreras que enfrentan las personas por motivos de género, edad, raza, etnia, religión, cultura o discapacidad.
Para las Naciones Unidas, la búsqueda de la justicia social para todos es el núcleo de nuestra misión global para promover el desarrollo y la dignidad humana. La adopción por la Organización Internacional del Trabajo de laDeclaración de la Organización Internacional del Trabajo sobre la justicia social para una globalización equitativa es sólo un ejemplo reciente del compromiso del sistema de las Naciones Unidas para la justicia social. La Declaración se centra en garantizar resultados equitativos para todos a través del empleo, la protección social, el diálogo social, y los principios y derechos fundamentales en el trabajo.
La Asamblea General proclamó el 20 de febrero Día Mundial de la Justicia Social en 2007 (A/RES/62/10 ), al invitar a los Estados Miembros a dedicar este día especial a promover, a nivel nacional, actividades concretas que se ajusten a los objetivos y las metas de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social y el vigésimo cuarto período extraordinario de sesiones de la Asamblea General.
La celebración del Día Mundial de la Justicia Social debe apoyar la labor de la comunidad internacional encaminada a erradicar la pobreza y promover el empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar social y la justicia social para todos.
La explotación de personas y el trabajo forzoso
El trabajo forzoso se presenta en diferentes formas, como la servidumbre por deudas, la trata y otras formas modernas de esclavitud. Las víctimas son los más vulnerables como las mujeres y las niñas obligadas a ejercer la prostitución, los migrantes atrapados en la servidumbre por deudas y la explotación de los trabajadores agrícolas que mantienen en forma ilegal y les pagan poco o nada.
En junio de 2014, los gobiernos, las organizaciones de empleadores y trabajadores en la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT decidieron dar un nuevo impulso a la lucha mundial contra el trabajo forzoso, incluida la trata de personas y las prácticas análogas a la esclavitud.
Ellos votaron abrumadoramente a favor de adoptar un protocolo y una recomendación que complementara el Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930 (Nº 29), y los instrumentos internacionales existentes, proporcionando orientaciones específicas sobre las medidas efectivas que deben adoptarse para eliminar todas las formas de trabajo forzoso.
Fuente: (www.un.org – 20 de febrero de 2015).