La juventud paraguaya enfrenta graves dificultades para desarrollarse integralmente. El 50% vive en situación de pobreza, uno de cada tres tiene subempleo y más del 60% de los jóvenes, no asiste a ninguna institución educativa.

En este contexto, es clave una participación activa de jóvenes en las decisiones políticas. Sin embargo, los jóvenes no son tomados en cuenta en los espacios de decisión.

Reacción Juvenil de Cambio, organización integrada por jóvenes paraguayos, que trabaja en educación cívica para el combate a la corrupción, organizó un debate para abordar la cuestión. Fueron convocados a debatir dirigentes de las juventudes partidarias, referentes de organizaciones gremiales, sociales universitarias y de la prensa.

Bajo la pregunta: Jóvenes en política ¿espejismo o realidad?, los jóvenes discutieron si la participación es real o sólo una apariencia.

En un sondeo realizado por RJC a estudiantes de la Universidad Nacional del Este, la mayoría coincidió en que los jóvenes sólo activan en política partidaria en busca de beneficios personales (trabajo, becas, etc.). Señalaron que pocos lo hacen por convicción y algunos consideraron la política como basura o un negocio de grupos.

FUNCIÓN DEL JOVEN EN LA POLÍTICA PARTIDARIA

Según el artículo 124 de la Constitución Nacional, los Partidos Políticos deben ser plurales, formar autoridades electivas, orientar la política nacional, departamental o municipal y formar cívicamente a los ciudadanos.

Sin embargo, los dirigentes juveniles partidarios no expusieron acciones concretas que realicen sus partidos o concertaciones políticas para promover la participación juvenil, es decir la formación cívica de ciudadanos.

Reconocieron que durante la campaña electoral, muchos jóvenes participan en pintatas, mitines políticos, pegatinas, visitas casa por casa acompañando candidatos, entre otras actividades. Pero más allá de la función logística dentro del partido, la mayoría de los exponentes no detalló otras actividades.

En el caso de los representantes de los partidos tradicionales (Asociación Nacional Republicana y Partido Liberal Radical Auténtico) hablaron de cambio y renovación en sus partidos, pero ante preguntas concretas de la mesa examinadora cayeron en contradicciones minimizando o generalizando prácticas prebendarias y clientelistas en sus agrupaciones políticas.

Mencionaron actividades esporádicas como encuentros o campamentos, pero no una estrategia permanente del Partido en la formación cívica de sus jóvenes, ni explicaron la manera en que participan fuera de la temporada electoral.

En el caso del Partido Patria Querida, el representante mencionó acciones como la formulación de leyes que afectan a la juventud como la del Primer empleo y la inscripción automática de jóvenes al cumplir los 18 años en el Padrón electoral, como iniciativas de su partido en favor de la juventud.

En el caso de los representantes de concertaciones de izquierda (Frente Guazú y Avanza País) los jóvenes cuestionaron el modelo de participación juvenil que sostienen los partidos tradicionales, pero no plantearon alternativas ni expusieron cómo trabajan en sus agrupaciones políticas.

Los jóvenes representantes de los partidos coincidieron en la necesidad de fortalecer la participación de los jóvenes en la política, pero no plantearon acciones concretas para lograrlo. Hubo críticas de unos a los otros, reconocimiento de errores políticos, pero nada de alternativas.

FALTA DE VISIÓN INCLUSIVA Y FORMACIÓN POLÍTICA

Ninguno de los representantes de las juventudes partidarias mencionó a jóvenes indígenas ni campesinos en sus discursos ni como parte activa de sus agrupaciones políticas. En algunos casos como el Partido Colorado, el representante definió su partido como “agrarista”, sin embargo cayó en contradicción cuando se le consultó sobre las medidas de su partido para abordar la migración de los jóvenes campesinos a la ciudad por problemas de pobreza y expansión del monocultivo en el campo. Señaló que se trata de una cuestión ideológica y alentó a la unión en vez de la división entre clases sociales.

En el caso del sector izquierdista, el representante del Frente Guazú tampoco fue claro. Señaló que jóvenes dirigentes gremiales y luchadores sociales integran su partido, pero no explicó cómo participan.

Durante el debate primaron los ataques y discursos vacíos de contenido. Panelistas de los Partidos Tradicionales prácticamente asumieron el modelo actual (prebendario y clientelista) como inmutable. En el caso de los panelistas de concertaciones de izquierda, realizaron una fuerte crítica al modelo actual, pero sin propuestas concretas para un cambio.

La participación juvenil en base a la reivindicación de derechos, espacios de formación cívica, política y un análisis crítico de coyuntura es clave para transformar el país.