"El crecimiento es más alto de lo que se preveía. Pero el desempeño es muy heterogéneo dentro de la región. Destacan los países del Mercosur y aquellos Estados que tuvieron mayor capacidad de implementar políticas públicas. También aquellos países con mercados internos fuertes potenciados por el espacio regional y alta participación de las exportaciones hacia Asia”, dijo Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, al dar a conocer hoy el Estudio económico de América Latina y el Caribe 2009-2010, en la sede del organismo en Santiago.
Las mayores tasas de crecimiento en 2010 se observan en América del Sur, encabezadas por la economía de mayor tamaño, Brasil, que crecerá 7,6%, seguido de Uruguay (7,0%), Paraguay (7,0%), Argentina (6,8%), y Perú (6,7%).
Otros países tendrán magnitudes de crecimiento menores, como República Dominicana (6,0%), Panamá (5,0%), Bolivia (4,5%), Chile (4,3%) y México (4,1%). En tanto, Colombia crecerá 3,7%, Ecuador y Honduras 2,5%, Nicaragua y Guatemala 2,0%, mientras que Venezuela mostrará un retroceso de -3,0%.
La economía de Haití caerá -8,5%, como consecuencia de los efectos del terremoto que sufrió en enero pasado, y otras naciones del Caribe también anotarán un resultado negativo.
En general, el mayor nivel de actividad económica regional tuvo una repercusión positiva sobre el empleo. Esto permitirá una reducción del desempleo en la región, que llegaría en 2010 a 7,8%, es decir, cuatro décimas porcentuales por debajo de la tasa observada el año pasado (8,2%)
El crecimiento de algunas economías de la región se consolidó este año sobre la base de tres elementos: el consumo privado, que reaccionó positivamente a la paulatina mejora de los indicadores laborales y al aumento del crédito; el ascenso de la inversión y, en menor medida, el repunte de las exportaciones.
La rápida recuperación, tras una crisis de proporciones poco vistas en la historia económica moderna, ha sido en gran parte impulsada por las políticas públicas, según la CEPAL.
La solidez macroeconómica que mostró la mayoría de los países de América Latina y el Caribe en los años que antecedieron a la crisis internacional marcó una diferencia significativa. Los países aprovecharon un excepcional período de bonanza en la economía y las finanzas internacionales para sanear sus cuentas públicas, reducir y mejorar el perfil de su endeudamiento y aumentar sus reservas internacionales.
Este proceso permitió un mayor espacio para la aplicación de políticas públicas contracíclicas e hizo posible el inicio de la recuperación en la segunda mitad de 2009.
La puesta en marcha de programas de estímulo fiscal y monetario, junto con una disminución de la incertidumbre y la relativa normalización de los mercados financieros y el mayor acceso al crédito, así como el mayor dinamismo de la economía internacional, permitieron una gradual recuperación de la actividad económica a lo largo del año, que se consolidó en 2010.
Perspectivas para 2011
Aunque la recuperación ha sido relativamente rápida, persisten interrogantes e incertidumbres sobre la evolución de la economía mundial que pueden oscurecer el panorama regional en el mediano plazo.
La crisis de algunas economías de Europa puede tener una repercusión negativa sobre los volúmenes y los precios de las exportaciones regionales, así como de la recepción de remesas de algunos países de América Latina y el Caribe. En el caso de Ecuador la caída podría tener efectos más importantes, ya que las remesas provenientes de España representan una proporción cercana al 3% del PIB de este país.
Persiste además la preocupación por algunas economías del Caribe, cuyo nivel de endeudamiento es muy elevado, y por tanto están en situación de vulnerabilidad. El endeudamiento promedio de la subregión alcanzó alrededor de 50% del PIB en 2009, pero en algunos casos específicos es mucho más alto, por ejemplo en Granada (83%) y Barbados (93%).
Se espera una desaceleración de las tasas de crecimiento hacia la segunda mitad de 2010, por lo que, si bien se proyecta que la región seguirá creciendo en 2011, lo hará a tasas menores: alrededor de 3,8%, equivalente a un aumento de 2,6% en el producto por habitante.
Con la excepción de algunos países, entre ellos Chile y sobre todo Haití, debido a las tareas de recuperación tras los sendos terremotos que sufrieron ambos países, se prevé que la desaceleración será generalizada, aunque afectaría más a América del Sur, cuya tasa de crecimiento caería de 5,9% en 2010 a 4,3% en 2011.
Ante este escenario, la CEPAL llama a los países a mantener políticas públicas que apunten a la protección de los sectores más vulnerables en el marco de una estrategia más amplia, que abarque no sólo el área social sino también las políticas macroeconómicas y las políticas productivas.
Un modelo de desarrollo más inclusivo fue la hoja de ruta que la CEPAL presentó a los países en su Trigésimo tercer período de sesiones, celebrado hace poco en Brasil, a través de la publicación de La hora de la igualdad. Brechas por cerrar, caminos por abrir.
En el Estudio económico de América Latina y el Caribe 2009-2010, también se aborda este tema y se analiza el impacto distributivo de las políticas macroeconómicas.
Fuente:
http://www.eclac.cl/