Como resultado de ese esfuerzo, más de 25 organizaciones sociales del país presentaron los 16 principios para una Comunicación Democrática.

La propuesta es que estos principios sirvan de base fundamental para la formación de una nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en el país. Según la Asociación Mundial de Radios Comunitarias, (AMARC) Uruguay, las directrices están de acuerdo con lo establecido en la Convención Americana de Derechos Humanos. La idea es garantizar el derecho a una comunicación libre, transparente y democrática.

El primero de todos los principios se refiere a los derechos humanos. Las organizaciones defienden que cualquier iniciativa de democratización de los medios de comunicación debe garantizar y promover la libertad de expresión, el derecho de acceder y también de emitir información, además del derecho de producir cultura para todos los públicos, sin exclusión. En secuencia es propuesto que ni el Estado, ni los grupos económicos tengan el poder de imponer ningún tipo de censura.

La reserva de porcentajes justos para los tres tipos de medios de comunicación es defendida como una forma de garantizar la democracia. También es recomendada la creación de organismos que fiscalicen la aplicación de la ley y el ejercicio de la democracia en la comunicación.

"Una comunicación democrática promueve y asegura el acceso a los medios de los más diversos grupos sociales que conforman la sociedad. Fomenta la equidad entre hombres y mujeres, el respeto a las diferencias étnicas y religiosas, y a las opciones sexuales, defienden en el séptimo principio ‘diversidad y pluralidad’. "Nadie, por ningún motivo, es excluido ni discriminado", completan.

Las recomendaciones engloban también la protección, integración y respeto a los sectores más vulnerables de la sociedad. También es defendida la participación y control ciudadano. Y a ejemplo de lo ocurre en Europa, la décima propuesta es que se ponga a disposición de la ciudadanía una defensoría de las audiencias, un canal para que los telespectadores y oyentes pueden expresar sus preocupaciones delante los excesos de puedan ocurrir.

La creación de un código de ética serviría, según los principios, para que los profesionales de la comunicación ejerzan su libertad de expresión con responsabilidad. Para evitar la formación de monopolios y oligopolios de la comunicación, deben ser establecidas políticas que limiten la concentración de la propiedad de los medios.

Avanzando en este sentido, también es recomendado que personas que ocupen cargos en los poderes ejecutivos y legislativo, o integrantes de las Fuerzas Armadas no sean titulares de frecuencias de radio o de televisión.

Finalmente, es defendida la promoción y difusión de contenidos audiovisuales nacionales, locales e independientes, y que los medios comunicación públicos sean independientes del gobierno.

Los resultados de estas propuestas deben ser presentados el próximo viernes (10). Para leer los Principios para una Comunicación Democrática íntegramente, acceda: http://legislaciones.amarc.org/GMS/Folleto_comunicacion.pdf.
Para acompañar las propuestas para una Comunicación Democrática, acceda al blog

Redacción: Tatiana Félix, Periodista de Adital
Traducción: Ricardo Zúniga