Nathalia Fleitas es una de las facilitadoras del proyecto e indicó que en su gran mayoría los alumnos “no tenían idea” de lo que fue la dictadura stronista. Habló sobre la realidad alarmante de falta de información. Dijo que los estudiantes lo que suelen escuchar es que en ese tiempo “se vivía mejor”, citan obras de gobierno como la represa de Itaipú y expresan “y se dice que se le torturaba a la gente”. Recién a partir de contar los datos del Informe de la Comisión y realizar visitas al Archivo del Terror o al Museo de las Memorias, donde pueden palpar documentos y fotos acerca de la evidencia del régimen totalitario, pueden comprender la magnitud de las consecuencias que trae una dictadura. “Creo que hace falta involucrar más a los docentes en esta parte de la historia”.
“Hace falta involucrar más a los
docentes en esta parte de la historia”
Raquel Rojas, coordinadora de La voz de la Memoria, compartió una vivencia rescatada por uno de los participantes. “El chico dijo que cuando se hablaba de la dictadura, él pensaba en algo muy lejano; sin embargo, se dio cuenta de que es real y muy cercano, que sus padres vivieron y no entendía por qué no sabía nada al respecto. Que los chicos dimensionen que fue algo que tocó a sus abuelos y vecinos, les hace reflexionar que puede volver”, sostuvo.
Un tema conflictivo porque los responsables están vivos
Cristian Cartagena, comunicador de la iniciativa, destacó la importancia de tocar estos temas en las aulas porque los mismos no estuvieron incorporados en el currículum oficial de clases del Ministerio en toda la transición, ni en las clases de historia, ni en libros. Además, dijo que la realidad es que los padres poco o nada hablan al respecto con sus hijos. “Es aún un tema conflictivo porque muchos responsables aún están vivos e inclusive muchos directores y docentes ponen una cierta barrera para tocar estos temas”.
“Es una parte de la reparación rescatar el pasado que siempre se quiso ocultar o tergiversar. Por ejemplo, decían que no había desaparecidos, o que los que fueron ejecutados murieron en enfrentamientos porque eran guerrilleros, que estaban metidos en algo extraño. Nosotros les mostramos a los chicos que eran jóvenes y muchos de su misma edad, que solamente pensaban distinto, querían la libertad y que eso no es un delito”. Rescató el hecho de que en el país algo invalorable es el testimonio vivo de los protagonistas quienes pueden contar con detalle lo sucedido. “Hacer esto es un paso muy importante, sobre todo cuando hay una impunidad judicial, pocos perpetradores condenados, encarcelados y con un sistema de justicia débil”.
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