Con respecto a las fiscalías, se detecta la reducida cantidad de vecinos que han escuchado hablar de las fiscalías barriales y regionales, por lo que habría algo clave que no está funcionando entre las fiscalías y la comunidad y, en definitiva, entre el MP y la sociedad civil. “Nos parece central que el MP defina una política de información y empiece a usar canales sistemáticos, que cuenten con potencial de crecimiento. Ello supone priorizar el público al que se quiere llegar, clarificar cuáles son los objetivos de su tarea, que será también lo que se quiere destacar y definir a los actores privilegiados como portadores de la información”, señala el estudio que fue encargado al sociólogo Alejandro Vial.
Otro aspecto importante de destacar es la elevada proporción de gente que se acerca al Ministerio Público, debiendo haber acudido a otra repartición pública, lo cual implica una pérdida enorme de tiempo y recursos, además de una mayoritaria molestia entre los funcionarios. “Este es un problema con doble movimiento, porque desde la perspectiva del usuario, su malestar frecuentemente se origina cuando se le informa que el tema que le aqueja, no le corresponde al MP”, remarca el estudio.