El estreno está previsto para el viernes 10 de agosto, en las principales salas de Asunción. La película escrita por Juan Carlos Maneglia y dirigida junto a Tana Schémbori, se inspira y nace en el 2004. Luego de dos meses de rodaje y varios más de post producción, el film podrá ser conocido por las cientos de personas que acompañaron el proceso desde febrero del 2010 cuando se inició el rodaje.

La pre producción, rodaje y edición off-line fue realizada en nuestro país  y gracias al galardón obtenido en “Cine en Construcción” del Festival de San Sebastián, 7 Cajas partió rumbo a España, donde se realizó toda la edición on-line.

 La sinopsis de 7 Cajas

Es un viernes con 40 grados en la ciudad de Asunción.

Víctor, un carretillero de 17 años, sueña con ser famoso absorto en la tele de un puesto de electrodomésticos en pleno Mercado 4.

El mundo del Mercado es hostil, competitivo y hay miles como él esperando llevar cosas. Víctor entiende que necesita moverse para conseguir algo de plata ese día.

Recibe entonces una propuesta algo inusual: transportar 7 cajas cuyo contenido desconoce a cambio de la mitad rasgada de un billete de 100 dólares. La otra mitad se le entregará cuando termine el trabajo. Víctor, que jamás vio un billete de ese valor, no tiene idea de cuantos guaraníes significa. Pero sabe muy bien, que no tiene derecho a preguntar. Es más grande su necesidad que su curiosidad.

Cruzar las 8 manzanas que cubre el Mercado parecía fácil, pero las cosas se complican en el trayecto: le roban una caja, pierde el celular con el que se comunicaba con su contratista y la policía rodea el lugar buscando algo que él ignora por completo. A esto se le suma un grupo de carretilleros que están dispuestos a escoltar también las cajas. Algo hay en ellas que genera una verdadera persecución de carretillas en los pasillos más recónditos y lúgubres del Mercado.

Sin saberlo, Víctor y sus perseguidores se irán involucrando en un crimen del que desconocen todo: la causa, la víctima y el victimario. Todos son cómplices, porque la necesidad los obliga a correr, a gritar, a callar, o simplemente a hacerse el ñembotavy (palabra en guaraní que significa hacerse el tonto).

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