El presidente de la Corte Suprema de Justicia, destacó el trabajo inter- no realizado, así como la colaboración de la cooperación nacional e inter- nacional que busca implementar las 100 Reglas de Brasilia, constituyen una declaración efectiva en toda Latinoamérica de una política judicial con perspectiva garantista de los derechos humanos.
Las 100 Reglas de Brasilia tiene por objeto facilitar el acceso a la justicia de las personas en situación de vulnerabilidad según edad, disca- pacidad, comunidades indígenas, género y remover los obstáculos para garantizar el acceso efectivo a la justicia sin discriminación de las perso- nas en condición de vulnerabilidad.
Los avances expuestos: orientadores judiciales, defensores públicos, servicios de mediación; sitio web actualizado, rendición de cuentas y otros. Si bien son esperanzadores de un mejor servicio de justicia, son el cumpli- miento de las naturales obligaciones de las autoridades públicas en el mar- co de una República, donde las autoridades ejercen el cargo para brindar un servicio eficaz y eficiente y con la obligación de rendir cuentas.
Ahora bien, el servicio de Justicia en el Paraguay todavía debe rendir cuentas desde el Congreso, la Presidencia de la República y el Consejo de la Magistratura, logrando acuerdos públicos, de cara a la ciudadanía, sobre las bases de la honestidad intachable y la capacidad jurídica de los doctores en derecho para integrar la Corte Suprema de Justicia.
Así mismo, el Consejo de la Magistratura y la Corte Suprema de Justi- cia deben rendir cuentas sobre las designaciones de magistrados y fisca- les idóneos, que deberán brindar el servicio de justicia, que a su vez se constituye en un derecho humano.
Con ministros, magistrados y fiscales designados por su honestidad y capacidad jurídica es posible asumir que pueda cumplirse más eficiente- mente con las 100 Reglas de Brasilia.