El 27 de octubre, con el I Foro Justicia y Desarrollo, el Centro de Estudios Judiciales impulsó la discusión en la sociedad civil sobre el tema eje de la XXI Cumbre Iberoamericana de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno: el modelo de desarrollo al que debemos apuntar. La iniciativa contó con el apoyo de la Fundación Avina. Durante el debate se puso en evidencia que no puede haber desarrollo equitativo sin acceso real a la justicia, para lo cual habrá que avanzar en el debate sobre un nuevo modelo judicial. Participaron representantes de la sociedad civil y líderes estudiantiles.

 Durante el debate, Milda Rivarola -historiadora, socióloga y analista política-  hizo una revisión histórica del modelo formal de justicia y fue categórica al indicar que desde el inicio de la república, el sistema de justicia fue siempre para privilegiados en Paraguay. “La vida independiente se inicia en el país sin una élite nacional en jurisprudencia y sin capacidad de crear un sistema jurídico correspondiente a un sistema republicano”, dijo  la historiadora.

Milda Rivarola también resaltó la persistencia del modelo de justicia colonial en la etapa independiente en Paraguay, cuyas bases se mantienen hasta la actualidad. “La construcción del sistema republicano comienza muy tarde en el país, luego de la guerra del ´70, y sufre varios retrocesos históricos”, agregó, apuntando que en Paraguay aún no se la logrado instalar el imperio de la ley, más allá del poder de las personas en los cargos públicos.
 

“El modelo de justicia debería apuntar a equilibrar desigualdades en nuestro país. Sin embargo, lo que hace es mantener los modelos  de exclusión y desigualdad”, destacaron los participantes durante el debate.

Por su parte, el abogado Fabián Centurión reflexionó sobre la deuda de la justicia paraguaya con las víctimas de la dictadura, teniendo en cuenta que en un estado de derecho, la justicia debe dedicarse a la garantía y reparación los derechos fundamentales de sus ciudadanos. “A 22 años de la apertura democrática, todavía hay casos que llevan casi 10 años sin condena”, dijo Fabián Centurión, quien puntualizó la necesidad de fortalecer la justicia transicional en Paraguay.

La justicia transicional apunta a procesos de reparación y restitución a las víctimas de violación de sus derechos humanos, así como a la garantía de no repetición de los hechos, por lo que Fabián Centurión presentó la propuesta de integrarla al análisis para una nueva época en donde el centro del sistema de justicia y de la protección judicial sea la persona y el respeto a su dignidad.

Finalmente, Alberto Poletti Adorno, doctor y profesor en derecho constitucional, destacó la necesidad de mejorar el modelo de selección de operadores de la justicia  y apuntó a la necesidad de reformar la composición y el funcionamiento del Consejo de la Magistratura, haciéndolo más participativo, como un aspecto básico para fortalecer la independencia judicial en Paraguay. 

Durante el evento se lanzó la publicación “Estudio sobre la justicia y su impacto en el desarrollo”, con artículos de importantes referentes del ámbito jurídico político del país, como herramienta para dar continuidad el debate nacional, en distintos ámbitos y sectores de la sociedad, a favor de una política judicial tendiente a la justicia social.

Con el I Foro Justicia y Desarrollo, el CEJ inició la discusión sobre el desarrollo nacional apuntando a la justicia social en Paraguay, cuyo concepto incluye la equidad entre los distintos sectores sociales a través de la protección de los derechos humanos. Hay que tener en cuenta que la justicia y en particular la administración de justicia es una plataforma para el desarrollo y la justicia social, para limitar las discrecionalidades y los abusos a los derechos humanos por parte del Estado

http://www.cej.org.py/adminn/publicaciones/JUSTICIA%20Y%20DESARROLLO.pdf

Fuente: Centro de Estudios Judiciales