Casi siete años después de su partida, los frutos de su trabajo continúan germinando. De acuerdo con Dinailson Benasuly, coordinador del Comité Dorothy, el trabajo que hacía la misionera continúa siendo realizado por las hermanas de la Congregación de Hermanas de Notre Dame y ha dado resultado.
"El trabajo continua siendo realizado y está generando buenos frutos. Los agricultores están progresando, muchos ya están construyendo sus casas y cuidando los cultivos de cacao en los PDS [Proyectos de Desarrollo Sustentables] Virola y Esperanza, que en el futuro van a ser muy grandes. Estamos esparciendo las semillas para que surjan nuevas personas dispuestas a luchar”, revela.
Dinailson afirmó que la Hermana Dorothy continúa presente en el corazón de las personas que la conocían, convivían y admiraban. "La memoria acerca de ella aún está muy viva”, dijo.
Para recordar su vida e inmenso trabajo, el día en que se cumplen siete años de su muerte, se realizarán diversas actividades. En Belén (PA), se realizará un acto político, cultural e interreligioso en la Plaza de la República, a partir de las 9h. En Anapú, tendrán lugar actividades en São Rafael, donde el cuerpo de Dorothy fue sepultado. Durante la mañana y la tarde se realizarán actividades con agricultores/as y entidades amigas. En Fortaleza, Ceará, región Nordeste de Brasil, se rezará una misa a las 18h del domingo (12), en la Parroquia de Santo Afonso (Iglesia Redonda).
De acuerdo con Dinailson, en las actividades realizadas en Pará, habrá espacio para debates sobre temas ambientales como la hidroeléctrica de Belo Monte, planeada para ser construida en el Río Xingú. Dorothy también militaba en contra de la construcción de este mega-proyecto, que según el coordinador del Comité, sólo traerá problemas a la población del Estado.
Entienda el caso
La Hermana Dorothy era una misionera estadounidense que actuaba en proyectos de reforestación y protección de la floresta Amazónica. También trabajaba junto a los agricultores/as y luchaba por la reducción de los conflictos por la tierra, muy comunes en esta parte de Brasil. El 12 de febrero de 2005, después de recibir varias amenazas de muerte como consecuencia de sus trabajos, la misionera fue asesinada con seis tiros, en Anapú.
Siete años después, los juicios todavía no llegaron a su fin, pero los culpables ya están pagando sus penas. A Regivaldo Pereira Galvão, uno de los principales involucrados, señalado como autor intelectual, esta semana su pedido de medida cautelar para ser puesto en libertad, le fue denegada. El Superior Tribunal de Justicia (STJ), en la persona del relator del caso, el juez de apelación Adilson Vieira Macabu, consideró que no había elementos que justificasen la liberación del acusado antes del análisis del mérito del habeas corpus que su defensa presentó en el STJ.
Regivaldo fue condenado a 30 años de reclusión. El Tribunal de Justicia de Pará (TJPA), después de rechazar la apelación de la defensa, decretó la prisión cautelar del acusado, a pesar de que el abogado de Regivaldo aseguró que no había riesgo de fuga.
Artículo publicado en Adital Noticias
Traducción: Daniel Barrantes – barrantes.daniel@gmail.com