l
04 de mayo de 2012
Imprimir   
Cambiar tamaño
E-mail  
En el Centro Cultural del Lago
Realizarán muestra de artesanías, fotografías, video y canto sobre los Ache
En el Centro Cultural del Lago se inaugurará el ciclo “Los Aché del Ñacunday II”, el próximo sábado 5 de mayo a las 18.30hs, que proseguirá todo el mes de mayo con diferentes actividades programadas especialmente para los domingos.
Fotografía de Bjarne
Fotografía de Bjarne

En la presentación se exhibirán artesanías realizadas por los Aché de Puerto Barra, que también estarán a la venta; como tallas de madera, cestería de uso diario, bolsas, sombreros; así como collares y armas de cacería.

 

La muestra la completan fotografías de Bjarne Fostervöld y Luis Vera. El primero es misionero que trabaja con los Aché desde 1976, y el segundo, fotoperiodista que documenta la vida del pueblo desde finales de los 80.

 

Un concierto cerrará la noche, con Mariví Vargas; y cantos de Koategui acompañado por Teresa Karepakapukugi en el mimby (flauta aché) y Linda Japegi. Mariví interepretará “Cho memby jamorapabu”, tema de su autoría sobre un canto aché de Petrona Mbeipugi,; además de otros que forman parte de su repertorio de música popular latinoamericana.

 

Al día siguiente, el domingo 6 a las 15 hs. se exhibirá el documental “Los Aché del Ñacunday”, del productor y periodista Manuel Cuenca.

 

Programa del mes de mayo

Durante el mes de mayo se desarrollarán distintas actividades programadas. El Domingo 13, a las 15hs, se presentarán los documentales “Nondjewaregi (costumbres antiguas)” y “Tô mumbu”, realizados por el Centro de Cultura y Comunicación Aché.

 

Ese mismo día se pondrá a la venta el libro “Djary purangi emi djamogi wywy ekwawe (Relatos de las abuelas y abuelos aché)”, en el que se compilan 16 historias de vidas de los abuelos y abuelas de la comunidad, transcriptas en aché y traducidas al castellano, con fotografías de los antropólogos que a lo largo de 40 años han trabajado con la comunidad, así como imágenes actuales realizadas por fotógrafos aché y Tamara Migelson, coordinadora del proyecto “Aché djawu”.

 

El domingo 20 se volverá a exhibir en el Centro Cultural del Lago el documental de Manuel Cuenca, “Los Aché del Ñacunday”, a las 15 hs.

 

El domingo 27 a las 11.30 hs, se habrá una presentación de cantos tradicionales y coreografías con adaptaciones actuales, a cargo de un grupo de adolescentes aché, dando así protagonismo a los jóvenes en eventos culturales, guiados por los aché ancianos. A la tarde, a partir de las 15 hs. se hará la proyección de un video realizado en el año 2010 que contiene tres cuentos tradicionales del abuelo Julio Tykuarangi, transcriptos en aché y traducidos al castellano con ilustraciones alusivas.

La muestra la completan fotografías de Bjarne Fostervöld y Luis Vera. El primero es misionero que trabaja con los Aché desde 1976, y el segundo, fotoperiodista que documenta la vida del pueblo desde finales de los 80.

Los Aché del Ñacunday


Hasta principios de los años setenta, la sociedad paraguaya consideraba a los Aché como una presa,  En los  años 60, se vendía a sus hijos en algunos mercados del Departamento de Caazapá,  víctimas de las cacerías organizadas esporádicamente por paraguayos. Sin embargo, un gran número de ellos murieron a causa de las epidemias producidas por el contacto con el hombre blanco. Otro gran número de Aché murieron de enfermedades debido a la desatención y la falta de cuidados médicos mientras vivían en una “Colonia Nacional” supervisada por el Gobierno Paraguayo.


 

En 1976, Rolf e Irene Fostervold, sus hijos Bjane (quien expone ahora sus fotos) y Lual, misioneros de la organización “nuevas tribus”, de Estados Unidos, luego de buscarlos durante siete años en la selva y después de varios intentos fallidos de comunicación, lograron ofrecerles un lugar en donde refugiarse de la persecución del “hombre blanco”. Así formaron una comunidad en Puerto Barra, a la vera del río Ñacunday, al sur de Ciudad del Este.

 

Sus talentos artísticos quedan evidenciados en sus artesanías talladas en madera, como pirás (peces), tatú, coaty, las flechas de los cazadores e imponentes arcos. También hacen collares con los dientes de los animales que cazan, cestos de fibra vegetal para cargar a sus bebes y disfrutan de bellas melodías con sus flautas de huesos o de caña.


 

Son muy conocidos por su contagiosa sonrisa,  sus ganas de vivir, que esconden a primera vista las trágicas situaciones que este pueblo ha tenido que enfrentar para no desaparecer. Hoy en día buscan insertarse a la comunidad nacional, siguiendo su propia cultura y adoptando otras.  Se dedican principalmente al rubro agrícola, cultivando productos de consumo para la comunidad y soja, como sus vecinos con grandes extensiones de tierra.

 

 

Enviado a la Agencia SC Noticias por:

Luis Vera

luisverafoto@gmail.com

Comentarios
Este sitio web es publicado gracias al apoyo de Unión Europea (UE). El contenido del mismo es exclusiva responsabilidad de sus autores y no refleja necesariamente las opiniones o puntos de vista de UE.
Los comentarios pertenecen a quien los firma. Todo el resto es propiedad del CIRD.
Asunción - Paraguay