El acto se llevó a cabo el 18 de noviembre pasado y fue organizado por el Museo de las Memorias: Dictadura y Derechos Humanos y la Mesa Memoria Histórica, con el apoyo de la Embajada de Francia, la ONG Graines D´Energies, la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte(FADA) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y la Fundación Celestina Pérez de Almada.
Participaron del evento el embajador de Francia en Paraguay, Gilles Bienvenu; el decano de la Facultad de Arquitectura, Ricardo Meyer Canillas; representantes de la ONG Graines D´Energies; así como víctimas y familiares de víctimas de la dictadura de Stroessner.
El encuentro se desarrolló en tres etapas, un acto de apertura con las palabras de la directora del Museo de las Memorias, María Stella Cáceres de Almada, quien agradeció a la Embajada de Francia por el aporte en la construcción de la maqueta. “Este encuentro es la creencia de que un mundo nuevo es posible, más humano, más justo, más habitable para todos y todas”, dijo.
Por su parte, Dionisio Gauto, integrante de la Mesa de Memoria Histórica, brindó una reseña sobre la fundación del “Pueblo de Pardos Libres de la Emboscada”, conocida hoy como Emboscada, seguida de la historia del edificio del actual penal de máxima seguridad.
Sobre el penal, Gauto comentó: “Ha cumplido diferentes funciones en los últimos siglos; construida en 1816 por el dictador Francia, como cárcel para presos políticos y comunes, funcionó hasta 1908. En 1938, el presidente Félix Paiva crea ahí la Escuela Correccional de Menores de Instrucción Primaria y en 1976 se habilita como penal, conocido como campo de concentraciones, para aliviar los espacios del Departamento de Investigaciones y de las comisarías, colmados de hombres y de mujeres que alentaban una idea distinta a la de la dictadura”.
El activista por los Derechos Humanos, Martín Almada, mencionó que la ocasión era una oportunidad para el recuerdo y rendir un homenaje a los ex - prisioneros de Emboscada, que nadaron contra la corriente y lucharon por la justicia.
“Más de 400 prisioneros políticos hemos cantado en el penal de Emboscada el inmortal Ñemity, guaranía de José A. Flores, dando prueba de que se puede romper la roca de la prisión, las alambradas y las metrallas de los bárbaros que tanto hablaron de paz y progreso”, subrayó.
Igualmente se dirigió a los presentes el representante de la ONG Graines D´Energies, Jean Albesa, destacando el valor y tenacidad del pueblo paraguayo que supo acceder a la democracia, reciente pero profunda.
Asimismo, el embajador de Francia expresó que “la memoria y el recuerdo son de alguna manera una forma de violencia para quienes lo han vivido pero al mismo tiempo una forma de recordar a las generaciones presentes y futuras sobre esa violencia que no se debe volver a repetir”.
Como segunda parte del evento se realizó la inauguración de la maqueta del campo de concentración de Emboscada, que fue elaborado por la Facultad de Arquitectura, en colaboración con las propias personas que estuvieron presas en el lugar y aportaron sus testimonios.
Para el decano de la Facultad, la maqueta, pieza construida con cartón, pegamento y aserrín, “puede evocar momentos tristes, alegres y solidarios y permitir al resto, principalmente a niños, niñas y jóvenes, enseñarles sobre esa parte de nuestra historia”. Expresó que la casa de estudios cumplió con una función que le compete como institución dentro de la sociedad.
A modo de cierre, el patio del Museo de las Memorias se iluminó con velas encendidas por cada una de las víctimas y familiares de víctimas presentes, en memoria de los desaparecidos, para luego dar paso a los testimonios, los mensajes y las canciones.
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