La dictadura liderada por Alfredo Stroessner cultivó de una manera especial la cultura del miedo y de la represión. Es por ello que hasta nuestros días muchas personas, como reacción a un trauma colectivo y social, incorporan en su vida la autocensura, ‘el no te metas’, el miedo a organizarse, tener cuidado a lo que se dice, etc. Esta situación, para Juan Carlos Yuste es preocupante porque convierte a la dictadura en un tema prácticamente inexistente.
“Se piensa que no hay que hablar de lo que ya pasó o se dice ‘partamos de cero’”. Pero este es un punto de partida falso a criterio de Yuste, quien asegura que “la transición, al no trabajar el tema de la dictadura, de una manera profunda y al no reparar, dejó la herida abierta y hoy se ven los efectos en el clima político”. Las instituciones democráticas están caracterizadas entre muchos aspectos por antivalores como la impunidad, el abuso de poder, la corrupción, el sistema de privilegios, el clientelismo, el no ver al ciudadano como actor fundamental con derechos, sino como alguien que tiene que servir a los gobernantes, estos son elementos culturales que están estrechamente ligados a la dictadura a criterio del representante de Diakonía.
Una cultura de miedo que nunca fue trabajada
“Hay muchas secuelas, mucho dolor todavía, no hubo una ruptura radical, por el contrario, un mismo partido de gobierno, el Partido Colorado, siguió en el poder y dio curso a la transición. Por ende, todavía existe una cultura de miedo que nunca fue trabajada”.
Ni el Ministerio de Educación ni demás ministerios se han ocupado del tema de la memoria, por lo tanto, más de la mitad del Paraguay, que nació después de la caída de la dictadura, desconoce o no tiene la certeza de lo que sucedió realmente. Existen responsabilidades de esta situación, señaló Yuste. “No se ha trabajado en el aula, se desconoce, en las familias hay miedo todavía, son cosas dolorosas que la gente no quiere recordar, entonces todo eso va conformando una situación muy delicada que hace que estén ausente la memoria y la reparación y es un peligro para el futuro porque nos puede llevar a repeticiones”, alertó.
Juan Carlos reflexionó además respecto a las secuelas sociales que dejó muchas víctimas, no solamente a las que figuran en las estadísticas. “Desde las personas que fueron torturadas, presas durante 15 años, asesinadas en la clandestinidad por organismos públicos, hasta aquellas personas que vivieron el miedo y vivieron la incapacidad de poder desarrollarse en una sociedad libre, todos han heredado un país que tiene un anclaje que les impide desarrollarse de una manera plena”.
Diakonía trabaja en alianza con orga
nizaciones. “Por los derechos humanos, Dictaduras Nunca más” El Proyecto “Por los Derechos Humanos, Dictaduras Nunca Más”, financiado por la Unión Europea, es implementado y cofinanciado por Diakonía (Organización de Cooperación de la Sociedad Civil Sueca), asociada al Comité de Iglesias para Ayudas de Emergencia (CIPAE), a la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (CODEHUPY), a la Fundación Celestina Pérez de Almada, y al Servicio Paz y Justicia Paraguay (SERPAJ-Py). A través de varias actividades, como foros, talleres, suplementos, conferencias y programas radiales, todas estas organizaciones de la sociedad civil están contribuyendo a formar una cultura de memoria y contra la impunidad. |
Contacto
Juan Carlos Yuste
Representante Nacional Paraguay
DIAKONÍA
Defensa Nacional 699 c/Perú
Tel. (595-21) 222 545